20.9.11

Un amigo en la estacion






Dulzura

Nunca antes lo había visto, era noche ya, y ese día decidí no volver a casa,                 
me encontraba en el prado, en la estación de autobuses, los últimos viajero                   
llegados dejaban atrás la puerta de salida, taxis que salían, enfrente el                         
juzgado de guardia, y la parejita hablaba distendida.

Mi cuerpo cansado decidió elegir las escaleras de la estación para dejarme ir,
aquel lugar me parecía seguro, al menos, contaba con la mirada, de quien vigila
otras puertas, esa por donde lo peor de la sociedad, escribe paginas de terror.

No estaba solo, un vagabundo, hombre barbudo de bastantes inviernos, ya
tenia su rincón elegido, fue entonces cuando me acerqué y me dejé llevar por la           
confianza, que su experiencia de la calle ofrecía como regalo de amistad.

El ruido de los viajeros que ahora entraban, por delante de nosotros, el piar de
los pajarillos y la voz dulce de este hombre, que me decía:                                          
¡amigo! ¿que tal has dormido? ...     

                                             
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El Vagabundo 


He escuchado el cante mas profundo

de un tío que se moría por las esquinas

andaba solo poseído de no se que herida

enfermo pedigüeño que bebía a solas.

Cante hondo en sus ojos

en su mirada y en su planta

algo me llena tanto de su presencia

que no se que es

y no le hace falta el cante

para propagar su esencia

en tarritos pequeños a sorbos de vid.

Aun le recuerdo y no lo compadecia al contrario

me llenaba su pena en forma desconocida.

Hoy entiendo ese dolor elegido que el llevaba

con orgullo de hombre que camina.




                                                           

http://www.youtube.com/watch?v=s3zOb9FVT34
Canción elegida: En algún lugar, Duncan Dhu