17.12.11

Un barrio a la sombra de los muros





Flor de gitanilla,
con tu gracia y tu arte
nacida como los demás
libre, limpia y pura,
en un barrio, a la sombra
del silencio
de palabras, gestos, muecas, ser y no estar.
Entre juncos y grandes arboles, acogedores
lluvias de charcos, y sol que espanta los meses de agosto.

Una vez al año, dice el calendario
con la muesca de un día señalado
van en masa las personas
a dejar miles de flores,
a la sombra de tu barrio.

A la compasión de la miseria de los ricos
tu, gitana, creciste de la mano
de mil flores que te acompañan
entre amapolas rojas, pocas, distanciadas
entre margaritas amarillas, muchas, amontonadas
su olor se impregnaron, en tu niñez.

Hoy como mujer, aniñada,
te siguen acompañando
a cada paso, ser hija de la vida
de la vida dura, de un barrio,
de un barrio, rodeado de campo
de flores silvestres, y de flores
de plástico, sin olor, de la ciudad
que os contempla, impunes.


Sombras de silencio