9.1.12


El dulce suspirar

Serrana del alma, no me hagas suspirar más
pues por cada suspiro, media vida se me va.
Aunque lejos de tí estoy, nunca te podré olvidar.

Tu bello sembrante y dulce recuerdos,
en lo más profundo de mi alma, quieren anidar.

Tanto es mi cariño, que nunca te podré olvidar,
a pesar de la distancia, que nos tienden a separar.

Pues nuestro constante cariño, dulce huella recordatoria
ha dejado ya. ¡Serrana mia !, que bella y hermosa estas.

Por estar a tu lado, a todo renunciaria yo,
más, ya ves, que es imposible por ahora ¡ serrana del corazón !
Espera y sufre calladamente, como lo estoy haciendo yo.

Verás, como en plazo breve, llegará el momento,
en que nos unamos nosotros, en una unión tan intima,
como la que une, nuestro corazón.

José Mª Guardiola Aranda


 El Picacho 8 de Agosto de 1.952


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