18.12.11

La Algaba, siendo niño




Santa Marta, Bda, este fue el ultimo barrio donde viví hasta los 7 años, en mi pueblo donde nací, La Algaba.
Mi padre trabajaba en sevillana, y todos los días se desplazaba dos veces a la ciudad, algo incomodo. Hasta que llego el día, en que la empresa le facilito una nueva vivienda, y donde hoy aun seguimos.

Aquellos años de niño, fueron de bonitos recuerdos, de libertad, de andar correr y recorrer las
calles los vecinos y la gente, los campesinos, los cabreros, granjas,..las vías del tren, las acequias,
las naranjas y las mandarinas,...el río,.la peña y los béticos, la peluquería, la farmacia de la plaza
de España,..A Franco por la tele y la estatua en su honor, donde era lo normal, hacerse fotos el
día de la comunión.
Las Iglesias, y el ayuntamiento..y esplendorosa y musulmana la Torre de los Guzmanes, testigo de piedra del pasar de los años, y su silencio callado, presente de la historia, los secretos y los tratos..
las injusticia y los hechos consumados, ya consumidos, que pasan de generación en generación.
Unos seguirán con tierras y frutales, otros seguirán recolectando a cambio de pan,.. la vida en un pueblo. Siempre en democracia ha sido pueblo, con devoción por el partido comunista, nada que objetar, es una verdad, mi pueblo, mi infancia, mi familia, mis mejores años, con sus sombras, que me acompañan,.como a todos,.el niño nunca nos dejara solo, para mi al menos, le quiero a mi lado.


Y aquel día de sol, unos cuantos amigos, nos alejamos del pueblo por el camino,.. se hizo tarde y algunos dieron media vuelta, nos quedamos mi hermano Antonio, un chiquillo quizás Clemente y yo...
Y hablando nos cruzamos con dos mujeres de negro, y nos avisaron, ¡niñooosss! a donde vais?, anda y volver pa vuestras casas, a ver si os va a coger el hombre del saco.,Seguimos,callaito pensativos,..y bajando una cuestecilla, desde la otra orilla del camino, ¡un hombre gritando...Venirrrr, niiiiños¡¡..
..al hombro un serrucho,.en una de sus manos.¡el saaacoooo!
Sin dudas era el...y corrimos, y corrimos muuucho, siendo el mas chico, veía a mi hermano volar y Clemente dejandome atrás,.mi hermano me miraba, Correeee¡¡ Pepito, correeeee¡¡...y el hombre, gritandooooo¡¡
Aquel día, adelante alos dos, y corrí corrí...  ni el hombre del saco, ni Carl Lewis..el saco es para guardar naranjas, me decía, mientras volaba, con el grito que me gritaba,.
Con miedo llegamos a casa, y con algo que contar, ¡conocimos al hombre del saco!...y otra verdad:
nada como el miedo, para volar, y correr y siendo el mas pequeñin, llegar el primero a la Plaza del barrio.


Adelanto de la próxima entrada, mas de mis andanzas, ..de niño en mi pueblo,. el día que nos dieron vacaciones, pero deberíamos ir al cole, con una banderita de España y otra de Japón, llegaron los príncipes, Si, aquel día, La Algaba, el pueblo, se engalano para tan noble y azul...deseada visita. ¡Ay!!