Dulzura
Nunca antes lo había visto, era noche ya, y ese día decidí no volver a casa,
me encontraba en el prado, en la estación de autobuses, los últimos viajero
llegados dejaban atrás la puerta de salida, taxis que salían, enfrente el
juzgado de guardia, y la parejita hablaba distendida.
Mi cuerpo cansado decidió elegir las escaleras de la estación para dejarme ir,
aquel lugar me parecía seguro, al menos, contaba con la mirada, de quien vigila
otras puertas, esa por donde lo peor de la sociedad, escribe paginas de terror.
No estaba solo, un vagabundo, hombre barbudo de bastantes inviernos, ya
tenia su rincón elegido, fue entonces cuando me acerqué y me dejé llevar por la
confianza, que su experiencia de la calle ofrecía como regalo de amistad.
El ruido de los viajeros que ahora entraban, por delante de nosotros, el piar de
los pajarillos y la voz dulce de este hombre, que me decía:
¡amigo! ¿que tal has dormido? ...
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El Vagabundo
He escuchado el cante mas profundo
de un tío que se moría por las esquinas
andaba solo poseído de no se que herida
enfermo pedigüeño que bebía a solas.
Cante hondo en sus ojos
en su mirada y en su planta
algo me llena tanto de su presencia
que no se que es
y no le hace falta el cante
para propagar su esencia
en tarritos pequeños a sorbos de vid.
Aun le recuerdo y no lo compadecia al contrario
me llenaba su pena en forma desconocida.
Hoy entiendo ese dolor elegido que el llevaba
con orgullo de hombre que camina.
http://www.youtube.com/watch?v=s3zOb9FVT34
Canción elegida: En algún lugar, Duncan Dhu